sábado, 3 de abril de 2010

¿A dónde vas?

¿A dónde vas?
(por Emilio Nicolás)





Porque vivir siempre fueron
cinco letras en tu mano
que sostenías, armabas y rearmabas
porque algo tan simple
siempre te fue tan extraño
y de tanto armar y desarmar
te cansabas.

Y no fuiste capaz
de abrir los ojos a ella misma
te rellenaron con carisma
incapaz de llegar a más

Y si a las cuatro de la mañana
te cansas de los elogios
y miras a tu alrededor
y no hay nada
mira fijo al suelo
y apágala

Porque vivir siempre fueron
cinco letras en tu mano
la abres, la cierras, miras al cielo en vano
suena alegre pero está lejano

Muy lejano

¿A dónde vas con tanta prisa?
No hay quien te esté esperando
pareces correr apurado
pero nadie te va ganando

Y si a las cinco de la mañana
te cansas de pestañear
y miras a tu alrededor y no hay nada
asómate a la ventana, comienza a relumbrar

Porque vivir siempre fueron
cinco letras en tu mano
con la cual golpeas
y te secas las lágrimas
con la que te caes
y te levantas

¿A dónde sales esta noche?
Tan solo a mirar la luna
porque la oportunidad es una
y en vano es el reproche

Y...

Y si a las seis de la mañana
estás bailando, solo
no, solo no, con el alba
estás loco,
pero tu alma está sana

Apágala
Apágala
No lo veas más
Apágala

Que si en algún sitio
ha de cantarse
la unión de dos almas
no seas impaciente,
verás la obra
en primera fila
y aplaudirás de espaldas

Porque vivir siempre fueron
cinco letras en tu palma
esa que... dibuja un arco si la manchas
esa que... no, mejor no digas nada

Y si a las siete de la mañana
aún estás despierto y fresco
no temas, si el sol amanece
yo también amanezco
y como la noche se oculta
luego reaparezco
y las heridas se borran
y de nuevo comienzo

¿Y a dónde vas tan apurado?
Salgo a buscar lo que es mío
Pero no está en ningún lado
No, porque lo llevo conmigo

Entonces ¿Qué quieres?
Busco con quién compartirlo
y... ¿Anda por algún lado?
No podría decirlo.

Pero ¿Por qué no me miras?
No tengo tiempo, estoy perdido
si estás perdido, de algo estas seguro
Sí, estoy convencido, de que aún no me he ido.

Y si a las ocho de la mañana
te caes dormido, al almohadón golpeando
me río al verte irte
cuando todos están despertando

Eres lo más extraño
y lo más único que este suelo ha pisado
¿Quién osará dejarte?
Sino más que un ciego
un sordo
¿un manco?

Porque vivir siempre fueron
cinco letras en tu mano
desármalas y reármalas
el resultado ya no tiene caso

Te vas a dormir solo
pero mañana...
Apágala, mejor apágala
que si conoce quién eres
no dejará que pase. Apágala

No tengas miedo

Ahora, mientras escribes
sus ojos estarán soñando
como veladores, apagados
y eres un tonto,
estás pensando...

Si pudieras estar allí
mil malicias cometerías, insano
Pero no estás ahora
así que ¿A dónde vas?

Son las seis... y debería estar estudiando...





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