Caminando entre la niebla

Caminando entre la niebla
(por Emilio Nicolás)





Silbando el viento a nuestros oídos
y vahos violetas enblanquecidos
a nuestros sádicos ojos caídos
no hay nadie ni nada en el camino
solos tú y yo, y nos hemos ido

A mi alrededor sólo siento frío
salvo en mi mano, cálida cual aliento de ebrio
estoy tomando tus dedos, apretando contigo
tengo espasmos, me envuelve el delirio

Intento mirar tus ojos
pero mi cuello está delicacamente herido
las fibras del mismo se han entumecido
sólo funcionan nuestros pies
y nuestras manos se agarran aún
impulsadas por un extraño brío

Caminando entre la niebla, dos extraños niños
no puedo hablar, no puedo oír tus sonidos
no puedo decirte qué tan fuerte me hace este idilio
heridos por el pasado, por el presente afligidos

Un trozo de hielo
naciendo en mis ojos enfurecidos
no hay nadie,
nadie más que tú y yo,
unidos
unidos por la angustia,
unidos por el frío
seguimos caminando aunque estamos abatidos

Presiono mis dedos, para que sepas que estoy contigo
pero tu mano está helada, más que el suelo níveo
quiero que sepas que te anhelo, que estoy helado pero
no me importa andar así, muerto pero vivo
si estoy caminando a tu lado

Y presiono mis dedos una vez más,
lo que me permite el frío
y muevo las pupilas de mis ojos,
buscando los tuyos, decaídos
estoy desesperado, quiero que entiendas cuánto te necesito
caminando entre la niebla estamos
tú y yo con mi delirio

Si tan solo me dejases
un movimiento brusco habría ejercido
habría roto mis pieles
destruído mis tejidos
con mi sangre calinosa te habría dado abrigo
para no dejar que mueras
para darte mis suspiros

Pero son sólo pensamientos
de un niño entristecido
que camina entre la niebla
con este extraño, ido...






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