Te vas temprano

Te vas temprano

(por Emilio Nicolás)

Te vas temprano

te vistes con mis labios

te vas en lo negro

te robas mis años.

Te vas temprano

te llevas mi gusto

me dejas el tuyo

me tiemblan las manos

Te vas temprano

pero regresas sonriendo

y me dejas solo

pero esperando

Te vas temprano

y casi olvido

cómo has llegado

y hago el amor con el alba

mientras esté asomando

Y así extasiado

veo al día llegando

me voy

me voy

quizás te hayas ido

quizás no temprano

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Soñar despierto

Soñar despierto

(por Emilio Nicolás)

Quién más que mi espejo conoce

lo que ha de pasar

cuando las vistas de los humanos

contemplan ondearse al mar

y al sol ocultar

Sólo mis ojos reflejados

la verdad han de conservar

sonríe conmigo, mi espectro encantado

el único cómplice que me ha de mirar

Y porque nadie osaría

a este laberinto entrar

donde el suelo es de espinas

y donde en el centro me he de hallar

Y en este recóndito sitio

donde las flores no cesan de bailar

llevo a cabo mi rito

que se llama soñar

¡Ay quien pudiera!

Dormir y jamás despertar

vivir lo que al sonreír se imagina

Dormir y fantasear

Porque entre verdades y mentiras

soñando se regocija más

La noche se queda dormida

y me obliga a despertar

Pero ¿Qué ha de preocuparme?

Si aún con los ojos despiertos

la gente me cree dormitar

porque doy vueltas y llamo al cielo

porque me distraigo al caminar

¡Ay quien pudiera!

O despertarme o dejarme recostar

vivir encerrado en un sueño eterno

es más hermoso que el infierno

más peligroso que volar

Mientras espero al manotazo

que me devuelva a la verdad

yo sigo flotando

que no me vea la realidad

Y salir al cielo estrellado

y dedicarle vueltas al girar

que me miren cada uno de los astros

que me mires, soñando sin despertar

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Secretos entre líneas

Secretos entre líneas
(por Emilio Nicolás)





Desde lo más alto de la ribera de mis sueños que creía perdidos
mis pies tambaleándose entre las rocas de un acantilado quebradizo
anaranjado el cielo, pintado por el alba de un día entristecido
sufriendo estaba yo a la llegada del obscuro azul cobrizo


Cuando no más que un cuervo ennegrecido podría yo esperar
volando desde lo lejos, con un mensaje vil, cruel
amena mi sorpresa cuando una figura desde los bosques vi llegar
extrañados mis ojos ante la sobra de aquel doncel


No podría explicar
lo que mi cuerpo no puede entender
rojos labios, negros ojos
no, no puedo
porque comienzo a estremecer


Lo miré fijo a los ojos
y tan solo osé respirar su aroma
probar su néctar
pero las palabras permanecían en mi boca


Cuando solté su mano y prometí esperarlo
nunca más pude decir que lo amo
pero el mensaje llegó a sus manos
porque las ninfas, celosas
me oían contarle al viento
susurrarle al océano
y volaron a contárselo


Me dijeron que lo vieron
por los bosques caminando
esquivando las líneas
de color azulado
y las ninfas revoloteando
a su alrededor, de risa llorando
le dijeron que lo amo
y que lo estoy esperando


Secretos entre líneas
terreno ocupado
aquí estoy, doncel soñado
esperando, esperando







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Secreto idilio

Secreto idilio
(por Emilio Nicolás)








Digitalizados los segundos que esperan a verme pestañear
Para burlarse una vez más, para obligarme a no olvidar
Secretos de almohada que conmigo he de llevar,
que se ahogan en un suspiro cuando el nudo vaya a atar.

Y fatigado
pero renovado
resisto el ataque de los demonios al caminar.
Están pero no los veo
cuando amanece se han de callar,
y por las tardes giran a mi entorno
y de sus risas, a mis oídos hacen gritar.

Cruel destino que no está en mis manos,
más desearía, como a una marioneta,
tomarlo, manejarlo, llenarlo de hilos
y colgarlo en mi recinto.

Pero el telón se cierra
y se dan vuelta los papeles,
soy un muñeco
presa
de esta actuación
que los espíritus llamaron idilio.

Y así, embriagado por el recuerdo de su voz
al acostarse los niños
Así,
ensordecido por su grito mudo
y por su tembloroso cuerpo entumecido
Me muevo por las calles sin emitir algún ruido.

Y le pregunto a los astros
si podré vivir así, con este castigo
De celebrar un amor, sólo conmigo
Y el silencio es la respuesta
y es todo lo que se me ha pedido.

Más cierro los ojos ante dicho fastidio,
y regreso a mi cama a dar vueltas y suspiros.

¿Quién ha de controlar lo que no mueven los sentidos?
Si soy muñeco y quien juega conmigo es el designio
Entonces mis sentidos son más fichas, y yo soy el destino

Y enredado en mis propios pensamientos, construyo mi propio laberinto
En donde veo su rostro colgado en cada recinto
A dondequiera que vaya están sus ojos clavados en los míos
De nuevo su voz nerviosa y mi dolor al sentirlo presa,
presa de un falso alivio.

Quien pudiese llegar
a su centro,
a su esencia,
a su laguna repleta de lirios.

Y sumergirse en sus recuerdos,
en sus años
y en sus caminos.

Beber de su agua,
de su sangre
y de lo prohibido.


Quien pudiese nadar y recorrer cada uno de sus caminos...






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Sé que duermes

Sé que duermes
(por Emilio Nicolás)






Sé que duermes
sé que hoy no estás
sé que mis llamados son en vano
que no escucharás

Sé que duermes
y me consta aclarar
que aunque tus ojos cierres
no me muevo de este lugar

Sé que duermes
y no me pone mal
me vuelvo más impaciente
¿Cuándo despertarás?

Sé que duermes
aunque el sol incandecente
sobre tu rostro está

Sé que duermes
¿Con qué soñarás?
Me pregunto si cuando despiertes
me contarás

Sé que duermes
y que aún dormirás
y que, aunque no me oigas
todavía sigo acá






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Sacramento y Sacrilegio II

Sacramento y Sacrilegio
Parte II
(por Emilio Nicolás)







Pequeño niño envuelto en nubes
¿en qué estoy pensando?
heme aquí
en puntas de pie sobre la colina
y con los brazos en alto

Austero el firmamento azulado
serenas las carreteras de los correctos
afligido he de mirar con los ojos entrecerrados
no se espanta de mis sueños, el dulce Sacramento

Las gráciles ráfagas se llevan mis lágrimas
Cruel destino que me obliga (a odiar a quien amo)
El aliento de mis hermanos petrifica mi ánima
Si sigo aquí, clamando al cielo, esperando

¡Ay, de mí si mi padre oyera
mis más agudos pensamientos!
Sus garras que han de arrancar alas, tan sucias
Devastarían mi cuerpo en un solo intento

Pero no ha de importarme ahora
mi pequeño y dulce sacramento
Besar tus dúctiles labios, es lo único que deseo
ir más allá del cielo, más allá del infierno







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Runaway prince

Runaway prince
(by Emilio Nicolás)








And then he was standing behind me
stranger boy, what are you doing here?
touching my shoulders and smiling
his eyes were covered with a dark glass shining

A whisper in my ears
a gentle kiss so sweet
he, sleeping on my knees
a secret pain hurting me

Questions that became
answers with your tongue
but there's no word
to make me comprehend


(there are just lies)


And then you are with me
and in a moment you're gone
like a faun you'll dissapear
and i will long for you even more



(As i slowly close my eyes....


you left no time to say goodbye)



And when i realize
you're not for me
in a second you reappear
dancing beside me

I can't look at you
that movements hipnotize me
i can't get you through
you are my runaway prince






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Rocas en el mar

Rocas en el mar
(por Emilio Nicolás)







Las gaviotas sobre mi cabeza
confundidas están
mis ojos no se han movido
de las aguas de cristal

¿quién se hubiera atrevido?
a esos suelos mirar
transparente papel frágil
que se rompe
y se vuelve a armar

Estoy embrujado
mi reflejo de medusa
no puedo dejar de mirar
¿qué muestra el mar en mis ojos?
¿es acaso la verdad?

Estoy aterrado
no es a mí a quien estoy contemplando
tengo miedo del reflejo
no de cualquiera
del reflejo del mar

las olas rompen mi rostro
al dormir y al despertar
lágrimas saladas, se fusionan
con el reflejo del mar

Si intento acariciar mis mejillas
pronto se irán a desarmar
tengo miedo del otro lado
del reflejo del mar

Y así, asustado
al bosque huyo sin dudar
no hay espejos entre los árboles
no hay bestias que mirar

Pero el canto de las aves
me incita a volver al mar
las arenas conservan mis huellas
quizás esta vez no pueda fallar

Con los pies embarrados
temo volver a mirar
pero me intriga demasiado
mi rostro enfrentar

y con las manos llenas
sangrando de tanto apretar
me estoy acercando a la orilla
donde volveré a comenzar

Ahora que nadie puede verme
tirando rocas en el mar
no veré más mis ojos
no los volveré a contemplar
tengo miedo de quien habita
del otro lado del mar
no soy yo quien se refleja
en el espejo del mar
es una bestia de ojos vacíos
que me invita a pasar
no quiero vivir bajo las aguas
no quiero mi cuerpo ahogar

Déjame en paz y mírame
tirando rocas en el mar
el papel se rompe una y otra vez
y lloro cuando se vuelve a armar

Quédate en el borde, roca
no te vayas a ahogar
dejame bloquear ese espejo
que impide a mis ojos cerrar

No puedo dormir por las noches
sin en ese espejo pensar
¿quién está del otro lado
de los suelos del mar?

Pues ahora, no me importa
porque lo haré sin cesar
el sol nacerá y morirá cada día
viéndome a mí
tirando rocas en el mar...








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Pero sigo siendo el mismo

Pero sigo siendo el mismo
(por Emilio Nicolás)








Fueron pocos los días en los que viste a través de mis cortinas
en los que te dejé asomar el rostro
mientras con mis manos
hacía trizas tu rutina

Fueron pocos los instantes
en los que me desnudé ante tu mirada
en los que me viste como nadie
casi sin obviar nada

Fueron pocas las noches
pocas, pero largas
fueron pocas las sonrisas
pocas pero inacabadas

Y como tren de madrugada
o sol que amanece
me abres los ojos
a lo que acontece
a lo que pertenece
haciendo elevar la helada

Y así sin darte cuenta
y sin querer hacerlo
me dices que me vaya

me pides que me quede

pero me dices que me vaya

Y no hace falta que lo pidas
ya he visto suficiente
así como he llegado
de mí
ya no conocerás nada

Y si crees que es una injusticia
yo también pienso lo mismo
mientras me balanceo en un abismo
esperando en mis espaldas
tu última caricia

Pero en lugar de sumergirme
en la pena de lo que pudo haber sido
me resguardo de tu juego
y me voy con un suspiro

Me voy
o más bien me quedo
pero lo que verás en mí ahora
no será más que un velo

Cuando intentes llamarme
y me reproches como a una criatura
te hablaré detrás de la puerta
para no mirarte
para evitar la amargura

Tengo miedo de herirme
Tengo miedo de herirte

Y te me acercas en la luna
tan como antes
tan como antes
y me pongo mi máscara
y cuento hasta la una

Perdóname
Perdóname ángel que ¿Cuántas veces ha caído?

Perdóname

No puedo más que esto
no puedo más que alejarme
cuando te acercas a mi cuerpo

Y si lo hago no es por verte
con los ojos de un enemigo
no es por no importarme
no es por no quererte
si lo hago...
es para protegerme

Pero te vas y ahí me quedo
lamentando el disfraz
del cual despacio me libero

Y cuando ni tu sombra haya quedado
lloraré una lágrima silenciosa
ni dos, ni tres, sólo una
por cada hora en la que debo actuar
y ser otra persona

Y quisiera reír contigo
como en esas pocas noches
y quisiera que te sientes
a leerme de tu libro
y que preguntes bien mi nombre
que te intereses por el mío
pero hoy amanece
y hace rato que has partido

¿A qué juegas?
¿Por qué me obligas a ser un niño?
No debería seguirte
debería cortar los hilos
debería correr en la dirección
en la que nunca hayas asistido
debería escaparme con el viento
como siempre, he huído
y hacerlo uno conmigo
ser uno conmigo

Pero en la noche llega el filo
que estoy dispuesto a pasar por tu cuello
eres el ser más bello
que no quiero (no, no puedo) cruzar por mi camino

Y si mañana me escuchas
y te parezco algo perdido
y si recuerdas esas pocas
pocas noches que hemos compartido
quiero que sepas
que no estoy
pero sigo siendo el mismo.








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Quiero escapar

Quiero escapar
(por Emilio Nicolás)







Entonces me preguntó qué quería hacer...
Le dije que quería escapar
Me preguntó de quién
Y le dije... no sé que le dije
pero quité las dudas de sus pelos cortos moviéndose con el viento
No me estaba escapando de mí

(nadie puede escapar de uno mismo)

Miró al mar, que celoso captó su atención
para mi fortuna luego posó sus ojos sobre mí
y me preguntó
a dónde quería ir
Le dije... no me acuerdo con exactitud
pero le hice saber que cualquier sitio es bueno
si por donde mire estará su sonora risa contagiosa

Como era de esperarse
sonrió como respuesta
a mi respuesta

Y miró al suelo
hundió los dedos de sus pies aún más
en la arena
Sin dejar de sonreír
me miró de nuevo
pero se apagó enseguida

Yo estaba tan concentrado en el mar
que me molestaba ver a sus chillones dientes hacerse notar
El agua lo quería a él
y yo quería su sonrisa

Y el silencio nos tenía a ambos


Me preguntó qué quería hacer
Le dije que... tampoco me acuerdo
pero en cuestión de segundos
estábamos completamente mojados
corriendo


Me miró
las gotas caían
de las puntas de su pelo corto
que ya no se movía ni con el viento
de la punta de su nariz
tan pequeña y afilada
de su mentón algo oscuro
de sus orejas
que ahora parecían tener perlas como aros


Me miró
y me preguntó si estaba bien


Recordé lo que dejé atrás
y le dije que no

Recordé que él estaba conmigo
y le dije que sí

Di vueltas y
no recuerdo lo que le dije


Enseguida me atormentaron de nuevo
Las cadenas que me sostienen reaparecieron
y una o dos lágrimas se mezclaron con el agua de mar

Y lo miré
Y me miró

Y me preguntó qué pasaba
Y no dije nada

Y me preguntó qué quería...
Y le dije que quería escapar

Me preguntó de quién
Y le dije... no sé que le dije
pero quité las dudas de sus pelos cortos moviéndose con el viento
No me estaba escapando de mí

(nadie puede escapar de uno mismo)









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¿Qué quieren los niños?

¿Qué quieren los niños?
(por Emilio Nicolás)








¿Y qué quieren los niños?
Nada que les pueda servir

¿Qué hacen estas horas?
vienen a verte dormir

¿Por qué sus voces son mudas?
No lo pueden decir

¿Por qué caminan de noche?
Quieren oírte gemir





Me asomo
desde lo más recóndito de mi casa
el refugio más seguro
el blanco que no escapa.

Y los veo, transeúntes
como seres ya sin vida
que se arrastran, por comida
que corren, pero no huyen.

Aún no amanece
cuento las horas con recelo
La dama de la noche florece
no puedo evitarlo, tengo miedo.

Y ellos, tan serenos
se mueven
lento.

Van en grupos de multitudes
leyéndose las mentes
y no hay quien ayude
a aquel que salga a la noche inerte.

Y pobre del que hable
aún así en su morada
pues la villa está encantada
mientras ellos pasan.

Los niños ahogan sus llantos
los viejos se agarran del pecho
pues donde duermas será tu lecho
y el que te cubre tu último manto.

Y hasta que no asome el alba
olvídate de vivir
conviértete en una estatua
si al otro día quieres salir.




¿Y qué vienen a buscar?
Nada que haya aquí

¿De dónde vienen y a dónde van?
No hay quien los pueda seguir

¿Cómo los puedes definir?
Un tornado que todo ha de destruír

¿Podría yo hablar con ellos?
Hazlo y te veremos morir







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(enamorarme) de vuelta

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(enamorarme) de vuelta
(por Emilio Nicolás)






Entonces entre la gente
descendiendo
ascendiendo
ese aroma de nuevo

De nuevo la inocencia
que tantos autores mintieron muerta

De nuevo
De vuelta

Los rasgos retocados
la ropa ajustada
la espalda tiesa
ahí estaba de nuevo

El tiempo a la inversa
ahora es capullo
ahora asoma la cabeza
como quien reconoce negar el presente
y entre sueños experimenta




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Pero sonriendo

Pero sonriendo
(por Emilio Nicolás)







¿Y qué si te dijera que lo hago?
Que me río mientras doy vueltas
que me tapo los oídos y tarareo algún tema.

¿Y qué si te prohibo algún halago?
Si tanto es que puedes leerme
no te diré algo que ya sepas.

Aclarece mientras te miro
y sin poder evitarlo, me río
¿Cuántas horas han pasado?
Son segundos a tu lado

Y es que no queda mancha alguna
sobre la mesa que me preparas
de todas las emociones, escojo una
(te la diría si la ignoraras)

Sea como sea, estoy bailando con el viento
y sin moverme de mi asiento
porque este veneno (que corre lento)
Es más dulce que cualquier remedio

Lo que haces y lo que estoy haciendo
decirlo todo y decir nada
quizás no era lo que esperaba
pero sí lo que estaba pidiendo

Casualidad
destino
mal momento

Sea lo que sea
está sucediendo
pero detengo mi reloj de arena
lo detengo, pero sonriendo







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Pequeño príncipe

Pequeño príncipe
(por Emilio Nicolás)








Viajando
sí, estamos viajando
¿Y qué?
¿No vas a mirar por la ventanilla?
Se mueve más, más rápido
lejos de casa estás y yo también
No dejes que el miedo te detenga
el cinturón lo está haciendo ya
No temas, vamos, no temas
aquí estoy para darte la seguridad
la seguridad de saber que si en un momento
se estrella la nave y sus tripulantes
No haré nada para salvar más que a mi alma, y nada más
Así que cierra los ojos, y duerme ya
el viaje se cierra, está por terminar
Sueña
Sueña que llegas
con vida al medio del mar
y que el agua es tan cálida
que puedes respirar
que las sirenas te conducen
a un sin fin de reinos de sal
donde castillos inmensos te esperan
y en cada habitación podrás descansar
Sonríes mientras duermes
y yo te ignoro en este viaje
me apresuro por llegar al límite
en el que pueda yo perderte
y así buscar otra víctima
para mi juego, tan fatal
¿No sientes la presencia
de un fantasma junto a mí?
Es el fantasma de su ausencia
que estoy llenando ahora
y ahora estás aquí
Pero no lees mis pensamientos
desde que el conjuro en silencio, repetí
creías que era una canción de cuna
y yo sonreí, sonreí...
Ah... de tí pequeño príncipe
de labios rosados y ojos carmesí
cabellos negros y una sonrisa sin fin
Me levanto del asiento
y recorro a los tripulantes
uno por uno
tan arriba de ellos
tan poderoso
tan pequeño y lleno de frenesí
no conocen la ira que llevo
pero la conocerán, sé que sí
Y mientras la ola negra corre entre butacas
el cauce blanco sereno reposa
y termino en él, de nuevo murmurando
blasfemando
conjurando
para que no te puedas ir
Sigue soñando
que no te quiero aquí
pero te necesito a mi lado
para hacerte sufrir
Duerme, duerme niño duerme
Eres nadie sin mí
Entrecierro los ojos
abres los tuyos
los míos ahora de par en par
te miran sin piedad
¿Por qué te has despertado?
el viaje no termina ya
te he dicho que calmado
podrías terminar ahogado
sin tiempo para escapar
Pero te doy los buenos días
y prefiero no pensar
¿Qué tal pequeño dulce?
¿Cómo estuvo esa siesta profunda? (y letal)
sonríes y mueves los pies
no sabes qué contestar
te sales del asiento y te dejo (¿Qué más da?)
Corres mirando extraños
te encanta hacerlo, siempre lo harás
no sientes miedo a nada
y me pregunto por qué será
uno a uno tus pasos
en la nave se hacen notar
algunos despiertan atónitos
otros se ponen a gritar
las más ancianas sonríen
los más pequeños...
te quieren imitar
pero pobres de ellos
que no saben a quién
están tratando copiar
eres el príncipe de príncipes
eres el dueño del mar
Los miro lleno de ira
no se vayan a atrever
que se levante uno solo
y mostraré mi inmenso poder
El amante está en casa
soy dueño de lo que quiera hacer
no es que siempre le obedezca
es que me puede su piel
pero hoy lo he arrebatado
el príncipe está en mis manos
y en la nave estamos viajando
De repente un círculo
detiene al navegando
los tripulantes se asustan
el niño corre a mis brazos
sus ojos brillan con fuerza
no hay uno solo que no esté mirando
Es hora mi niño
te estarás despertando
el hechizom, completado
y no hay quien pueda
contra el pequeño príncipe
y contra su dueño alado







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Pendejo

Pendejo
(por Emilio Nicolás)







Antes de dirigirme al espejo
tengo ganas de hablarle primero
Pero cuando en mis ojos se proyecta su reflejo
Mis palabras se pierden en un agujero

Entonces no digo nada, me voy y me quejo
Me cruzo de brazos y niego tener miedo
olvido su sal y frunzo el entrecejo
Otra vez no me animé a decir lo que siento

Y quizás algún día (y espero no ser viejo)
le llegue la hora de oírme sincero
Mientras tanto, ahora lo dejo
lo dejo para hoy, para mañana, pero lo dejo.

Y ¿Cómo decirle que lo contemplo desde lejos?
Que quiero limpiar de su piel la turbia agua que le ensucia
que quiero ver afuera lo que sólo a escondidas contemplo
¿Cómo decirle con esta angustia que me sofoca entero?

¿Y cómo decirle si ni yo entiendo?
¿Y cómo contarle cuando no hay más que consejos?
¿Cómo lo hago si no escucha?


Soy un pendejo







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Para el otro lado

Para el otro lado
(por Emilio Nicolás)







Y de repente, sin darme cuenta
me veo a mí mismo, atrapado
sin haber contado los pasos
sin haber dado la vuelta

Y todo se mueve demasiado rápido
y no puedo más que mirar, paralizado
las manos me tiemblan, todo está helado
temo a moverme y a volver a donde he comenzado

Sólo pedía un camino
y ahora estoy en medio de varios
soy lo que no quiero
o bien me estoy transformando

Y si sacar conclusiones
me diese lo que vengo buscando
ahora no puedo
el cielo está nublado

El viaje se acorta,
la velocidad me tienta
El sol aún brilla
en la ciudad turbulenta

Y apuro los pies
esa noche inmortalizados
no sé a dónde estoy yendo
y en dónde quiero terminar parado

Del ser más sensible
al que todo le es indiferente
de querer sentir algo nuevo
ya ni siquiera distingo lo que pienso

Y si mi jaula me lo permitiese
volvería a lo que era
sin haber olvidado
lo que me tiene ahora acorralado

Y si la gente se mueve
así de rápido
y mientras estoy en silencio
con mis ojos los retrato

Y sí se mueven así
quiero detenerme un rato
quiero sentarme en un banco
del sitio más desolado

Y que mi vista se pierda
en el sol tan lejano
que mis ojos vean
sin estar mirando

Que el viento sea el único
que me acaricie temprano
y que así, algo templado
llamarte
sin haberte hablado

Y que me mires la espalda
que te vayas acercando
que la oportunidad sea esa
y que nada más esté rondando

Y que sin estar soñando
o a las seis de la mañana, dormido, mirando...
no puedo seguir escribiendo
pues como he dicho, estoy atrapado

Y estoy dando vueltas
esperando un único consuelo
un simple par de brazos
que sin decir nada alivien el duelo

Pero el mundo, tan rápido
sigue llevándome lado a lado
y ya no comprendo
ni en lo que estoy pensando

¿Qué me queda más que seguir?
Mirando el sol por la ventanilla
desde la niebla asomando
quiero romper de una vez
ese muñeco de arcilla
que hace años vengo armando

Y de repente, sin darme cuenta
cometo errores y sigo dañando
pero despierto noche tras noche
y al menos sigo intacto

Nada más ha de importar
mientras caminos haya tomado
mientras los pasos estén marcados
mientras así, grisáceo
siga habiendo sol cuando estoy viajando

Y si me bajo una tarde
una noche
una mañana

Y si hago el mismo recorrido
es porque estoy intentando
y mientras siga haciéndolo...

sólo espero no estarme equivocando

Y de repente...
y sin darme cuenta
estoy viviendo
y me está asustando
pero del miedo
no sólo del miedo
sino del que ha sido derrotado
se aprende algo

Su aroma se conserva
fresco aquí en mis labios
yo no sé si mañana
volveré a probarlos
también ignoro
si hay verdad en sus vocablos

¿Y qué si no la hay?
habrá alguien aún más helado

¿Y qué si hay verdad?
¿Habrá también del otro lado?

Su mano certera
sus cabellos largos
Su mirada perdida
y mi cielo nublado

Pedazos al suelo
Cuerpo subastado
¿Qué me queda? Lo más importante
estoy yo y seguiré estando

Entonces ¿Qué quiero?
Quiero... quiero algo

Y de repente sin darme cuenta
me encuentro en medio de todo
y en medio de nada
no sé lo que sucede
no sé como he llegado
¿Y si me doy la vuelta?

Tengo miedo, no lo niego
pero coraje siempre me ha sobrado
Está bien, sigo caminando
Si lo hago bien, procuraré que sus pasos
también sean sanos
Y si me estoy equivocando
evócame en el banco
y evócate en mi nuca respirando
y te juro que ahora, ahora no me voy a dar vuelta
pero al menos sé que estás, y permaneceré callado
hasta el día en que me digas
que puedo mirar para el otro lado.









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Para dos

Para dos
(por Emilio Nicolás)







Nadie me había dicho
que en el camino entraban dos
y yo que hago una pausa
para mirar el resplandor
del sol mientras me abraza
y se esconde en un capricho
de reírse de mí y de vos
que aún no nos conocimos
y desperdiciamos un lugar
y nos escudamos del dolor.

Si nos vamos a cruzar
retiro la vista del cielo
cierro los ojos o lo intento
Respiro hondo
y vuelvo a caminar.

Y Si leyeras lo que en mis ojos
Nadie se atrevió a descifrar
Sabré que no fue tarde
te miraré
me mirarás.








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