viernes, 30 de abril de 2010

No temas, mi niño

No temas, mi niño
(por Emilio Nicolás)









De silencios, de palabras
de miradas ausentes
de voces calladas.

De letras que circulan
en el espacio infinito
de miedos que se infiltran
creyendo en viejos mitos.

Y el pavor en la noche
los fantasmas rondando
la frazada en la frente
el miedo al derroche
el cobarde asomando
el llanto presente.

Y no te lo niego
me siento azulado
sumergido hasta el fondo
pensando, asustado.

E imagino tus ojos
tu risa, tu llanto
idealizo tu andar
tu hablar
tu encanto
y me siento un niño
que esperó tanto
y ahora que se acerca
para atrás
dirige sus pasos.

Y no te lo niego
estoy aterrado
sin oírte en un eco
como nadie me has hablado

Y cuando llega la noche
te imagino, sentado
te veo flaquear
ir de un a otro lado
te veo dar vueltas
como yo, helado

Pero no tiembles, mi niño
que no todo es espanto
golpeando como tambores
la conciencia me va dictando

Si no eres mi mano
no será el fin de mi canto
Si no soy la tuya
no me iré de tu lado

No tiembles más
no estás solo, encanto
mirame sonreir
y elegir mis actos

Ya no preguntes más
Lo siento en el viento
siento tus pasos
se están acercando

Los astros esta noche
como la distancia, son tantos
y los veo de lejos
como te contemplo, fascinado

Y no pensemos más
en aquel día soñado
estarás conmigo
estaré contigo
y los sueños de ambos









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Para mi querido amigo Jor

miércoles, 28 de abril de 2010

Musa de nadie

Musa de Nadie
(por Emilio Nicolás)







En la mañana de invierno
un niño grande, corriendo
por los senderos del frío eterno
sus alas invisible se extienden
desplegadas sobre el suelo yermo

No hay ave que cante en su nombre
ni cielo que se abra a su presencia
no hay poeta que lo vea como hombre
no hay música que llame su ausencia

Musa de nadie soy
solo por la vida
abandonado voy
Compongo para poetas,
y a los arlequines mis más bellos poemas doy
Pero solo, en este sendero de invierno estoy

En casa no notan su falta
no hay silla desocupada
pues la han llenado con ignorancia
a este niño no es el silencio quien lo mata
son sus voces áusteras repudiadas

Aun las bestias
no se atreven a tocarlo
ni aquellos ojos de los que pasan
serían capaz de mirarlo

Este niño grande, corriendo
por los senderos del frío eterno
es musa de nadie, canción para el sordo
voz de quien no habla, jaula de tordo

Soy musa de nadie
sí, ese es quien soy
no hay luz que me irradie
solo en la calle estoy
no hay poema con mi nombre
ni una mínima canción
hijo del olvido
musa de nadie soy

En el cielo oscurecido
el pequeño tropieza, rodillas al suelo
el pequeño sin rostro, de nombre desconocido
que sólo es un cuerpo, y un triste anhelo

Bajo las luces las doncellas
a escondidas son arrebatadas
apasionados caballeros
las sostienen, abrazadas

y quién se osaría
quién en su más hombría
bajar la cabeza
subir la mirada
para el pequeño niño
musa de nadie
inspiración de nada

Soy musa de nadie
poesía olvidada
Pequeño y triste invisible
en las calles heladas







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Mientras dure la incertidumbre

Mientras dure la incertidumbre
(por Emilio Nicolás)








En lo más recóndito de la oscuridad
donde no existía el espacio ni el tiempo
me hallé después de ser atraído por el viento
por el viento de sus brazos al contorsionar su cuerpo.

Y fascinado por su gracia al bailar
por su trágica manera de moverse
por su cálida frialdad
me eché al suelo a pensar
y a mirar, sólo a mirar

Y desde lejos detrás de sus ojos
un resplandor, un brillo naciente
eran las lágrimas de un soñador inconciente
que entre trozos de hielo se viene a ocultar

Sollozé con su llanto
y me escondí ante su mirar
no sabía qué pensar
sus palabras como cadenas
sus imágenes en mi respaldar

Y mucho tiempo permanezco
(porque aún esto no termina)
hablándole de lejos
aún me siento
tan atraído por el viento
y por cada una de sus heridas
que sangran tanto como las mías

¿De dónde vino?
¿Y cómo llegué hasta aquí?
No tengo respuesta
¿Y qué le digo?
Si no me va a oír

será mejor dejarlo todo así...






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martes, 27 de abril de 2010

Los perdidos


Los perdidos
(por Emilio Nicolás)








Los pasos presurosos de los niños
al haberse asomado el sol
camino en un pueblo amanecido
intentando atrapar el calor

Pero es imposible con este frío
con esta niebla a mi alrededor
me encuentro triste, solo y vacío
ante el esplendor

Y alejado de todos en la aldea
de a poco asoman sus ojos de color
está ese jóven mirada de almendra
mirando el fulgor
en un inquieto cristal de agua
que refleja su dolor

Lo recuerdo con risas
con ironía y con viveza
lo recuerdo alegre y frontal
pero ahora lo veo apagado, apestado de tristeza
veo lo que jamás se atrevió a demostrar

Y me acerco a pesar del hielo
que en mi sangre se ha de acomodar
congelando así mi cuerpo
e impidiéndome caminar

Pero no es tarde para encontrarme
con su verdadero despertar

¿Por qué te escondes?
¿De qué quieres escapar?
¿Por qué afuera eres risa en el viento?
¿Y por qué adentro te has de ahogar?
¿Qué es este laberinto que me muestras?
Aunque no lo creas, yo quiero entrar
Quiero perderme hasta encontrarte
¿Por qué te dejas dañar?

¿Qué es lo que tanto anhelas?
¿Por qué te duele la soledad?
Eres un hogar de madera
que no me deja adentro mirar
más yo soy fuego cuando quiero
y te juro, voy a entrar
No puedo verte así, perdido
Joven de ojos tristes
no me hagas esperar

Más él no me escucha
su mundo es uno solo y el mío está acá
y antes de dar la entera vuelta
mi cuerpo se empieza a helar
ya es tarde para marcharme

No sé por qué

me dueles

Pero por el momento

Me quedo acá












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domingo, 25 de abril de 2010

Llueven pétalos

Llueven pétalos
(por Emilio Nicolás)






Llueven pétalos
sí, están lloviendo pétalos
míralos
mira como caen del cielo
te veo a los ojos y sonrío por dentro
estás en la puerta
estoy en el jardín
danzando (a tí) al viento

¡Mira! mira como llueve
están cayendo pétalos del cielo
son amarillos, pero no cualquier amarillo
parecen venir de una comunión
o de un alma que sufre por anhelo
¿Quien sabe de dónde?
pero acá están
míralos
están cayendo del cielo

Mis pies no se quedan quietos
el suelo se tiñe de flores
sonrío y sigo bailando al viento
me muevo con el tiempo
estás en la puerta
mirándome, atento

Llueven pétalos
sobre mi jardín
sobre mis suelos
sobre tus sueños
¿acaso los tienes?
porque yo no lo siento
y sonrío

¡Hey! no te quedes ahí
¡vamos!
¡ven!
están lloviendo pétalos
¿te lo vas a perder?

Me miras indeciso
¡Vamos! ¿qué puedes perder?
te estoy tirando un avión
te estoy diciendo que te quiero
sé que del jardín a la puerta
no hay mucho recorrido
pero sabes que iría para allá
si haces el intento

Insisto una vez
insisto dos
insisto tres
pero ¿sabes qué?
están lloviendo pétalos
¡y no me lo pienso perder!

Llueven del cielo
me hacen feliz
estoy sonriendo
¿me ves sonreír?

El cielo está oscuro
como tu alma esta tarde
como la mía
la tormenta me acompaña
la lluvia se avecina

Y las flores están cayendo
y me llenan de vida
aquí estoy, contigo
o sin ti
pero estoy bailando
pétalos están lloviendo

¡Ey, triste niño!
¿Acaso piensas que no maduré?
mírame bailar y seré un niño también
pero soy como las flores
y estoy a punto de llover

Te he cuidado mucho tiempo
y te prometí mi alma ofrecer
te dije que te amaba en silencio
y a bailar conmigo yo te invité

Pero ¿sabes qué, pequeño?
El rostro tuyo lo vi
y creo que lo hacías torcer
no me gustan las dudas
y si me planteas una
me iré solo a ver
los pétalos llover

No lloraré tu ausencia
sólo triste quedaré
pero ¿sabes una cosa?
alguien anda por ahí
esperándome
y cuando le diga que venga
no dudará en correr
y a conmigo bailar y mirar
a los pétalos llover

¿Amantes en silencio?
no me hagas reír
la el silencio está en tus labios
siempre estuve cerca
y no utilices ese término
nunca me amaste, y te guiño un ojo sonriendo
pequeño y cruel
pero al menos estoy viviendo

Espero no te moleste
que te deje solo en la puerta
no pienso entrar, lo siento

He hecho mucho por ti
demasiado, quizás
te mal acostumbraste conmigo
¿bello? así no me vuelvas a llamar

Soy como esos pétalos
libre he de andar
cayendo desde los cielos
como hoy me pongo a danzar

Cierra la puerta y no mires más
no gastes mi imagen
no la vayas a ojear
soy yo quien te echa un mal de ojo
por querer conmigo jugar
Que los demonios te acompañen
desde ya conmigo lo harán
Ahora cierra la puerta de una vez
y metete en tu pantalla
aquí están lloviendo pétalos
y no me voy a marchar







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sábado, 24 de abril de 2010

Las mútiples voces de la conciencia

Las múltiples voces de la conciencia
(por Emilio Nicolás)







- ¿A dónde vas? (me preguntaron)
Subí la vista, permanecí callado.


- ¿Qué esperás? (reformularon)
No dije nada. Todo es tan raro.


- ¿Cómo te sientes? (y me miraron)
Me quedé mudo. Estaba helado.


- ¿Repetirás la historia? (reían a mi lado)
Bajé los ojos. Me estaban atacando.


- ¿Te ves mañana? ¿Te ves llorando?
Pensé: Me veo ahora. Mañana está empañado.


- ¿En qué piensas? ¿No vas a revelarlo?
Me clavé en sus ojos. Estaba asustado.


- ¿A qué temes? ¿No estás confiado?
Quería callarlos, pero ¿Cómo lograrlo?


- Conoces el futuro, y aún así no te has retirado.
Tenían razón, pero ¿Qué me tiene atado?


- Contaremos hasta tres. (Dijeron tan calmados)
Volví a mirar al suelo. Me estaban apurando.


- Uno (gritaron)
Y yo, desolado.







- Dos (carcajearon)
Yo aún, paralizado.






- ¡Tres! (un rugido de león salió disparado)
- ¡Cállense ya! (gemí aún más entonado)













¿Qué no se dan cuenta? Yo... yo sé lo que hago








...








Pero aún así











dudaron...










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viernes, 23 de abril de 2010

La danza para el ángel herido

La danza para el ángel herido
(por Emilio Nicolás)


Alineación al centro




Mírame, pequeño ángel
quita esas manos de tu rostro
mírame
estoy frente a tí
parado contra tus miedos
preparado
para llevarme a todos tus monstruos

El coro empieza a entonar
la última danza para el ángel herido
me ofrezco a ser el sacrificio
a ejercer los pasos en tu nombre
en tu nombre

Se mueven en círculo
rodeando a mis figuras
no dejo de mirarte
mírame
quita esas manos de tu rostro
aquí estoy
voy a liberarte

Las nubes se concentran
sobre nuestras cabezas
estás arrodillado en el suelo
mi pequeño ángel herido
mirame bailar
para tí
mi más grande proeza

Sí, no lo niegues
estoy aquí
con mi amor por tí
con mi devoción
mi encanto
estoy decidido a liberarte
del dolor
del insomnio
del llanto

Ángel, mientras bailo te cuento
que eres lo más hermoso que me he encontrado
Ni los Dioses, ni los demonios
podrán quitarme de tu lado

Ahora estoy dejando todo
todo cuanto tengo y soy
estoy aquí para protegerte, ángel herido
para decirte que nada está perdido

Gotas de agua sobre mis manos
pasos pisando charcos
estás rasguñando tus mejillas
y los demonios me están atacando

Mirame, pequeño ángel herido
anochece
y el baile está casi terminado
cuando la luna salga de su escondite
tus dolores se habrán marchado

El último paso, mi ángel
el último paso
derramo mi sangre en tu honor
en tu nombre
en tu nombre, mi ángel amado

Es mi sacrificio, pequeño niño evasivo
estoy terminado el baile
estoy sufriendo contigo
el infierno me espera
pero estoy decidido
lo hice por tí
lo hice por tí
La danza para el ángel herido






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jueves, 22 de abril de 2010

Fue sólo un sueño

Fue sólo un sueño
(por Emilio Nicolás)







Paso tras paso
su aroma se hacía más intenso
la gente no existía
tampoco estaba el tiempo

Paso tras paso
y mi mirada en el suelo
la mente sólo en sus ojos
y en la puerta de sus secretos

Tropezando con brazos
evadiendo rostros pequeños
sin pensar en el retraso
sin evocar al desconsuelo

Paso tras paso
y aún así, lleno de miedo
las palabras se hacen trizas
no verlo en mis infiernos

Paso tras paso
y es que no me arrepiento
pero aún así no me niego
el peor de los escarmientos

Y a tí te debo disculpas
por sentir lo que siento
todavía siento tu aroma
más fuerte, con el viento

Y doblo aquella esquina
donde los juguetes se hacen momento
donde el pasado ya es eterno
donde el cigarro se encendía

Y doblo apresurado
hipnotizado por tu recuerdo
por esa fuerza que me toma
cuando quitas de mí lo cuerdo

Y me detengo paralizado
porque estás aunque no te siento
y sigo caminando
ahogándome en el intento

Aterrado
confusiones no confusas
violencia repentina
y a la noche eres mi musa

Y ante tus palabras desconcertadas
no tengo respuestas que alivien
mi boca se congela
No lo escuches, siéntelo, sabes que existe.

Y habiendo recorrido tanto
me detengo a volver en el tiempo
a cuando era un niño abandonado
y estaba tu rostro, no de concreto

Y siento tu aroma
ahora en mi espalda
estás detrás mío
supiste leerlo

Y me llevas lejos
a donde sea, lejos
y me dices que lo sabes
que has leído mis pensamientos

No existimos para nadie
que me encierren en este cuento
es de terror y de suspenso
la perfección hecha momento

Y de repente te tomo la mano
y desaparece tu figura
no fuiste a donde sabes que estoy
no fuiste por mí esa noche oscura

Ahora lo entiendo
perdí la cordura
ahora comprendo
estaba fantaseando
despierto
ahora... si, entiendo
fue solo un sueño.






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martes, 20 de abril de 2010

Esperando el colapso

Esperando el colapso
(por Emilio Nicolás)







Somos dos esferas de fuego, somos dos astros colosales
Provienes de oriente, y yo de occidente,
viajamos en la misma línea, a velocidades impetuosas
Impregnados de fuego, destruímos lo que nos roza
Somos demonios en el tiempo, somos dos seres inertes
Te acercas sigiloso, me muevo atrozmente
Nada sobrevive a nuestro paso, compartimos las mismas nebulosas

La noche es nuestro día, y el día arde a nuestros ojos
Quien se acerca termina huyendo, o abrasado por nuestra esencia
Viajamos a mil por hora, impulsados por nuestros propios demonios
Viajamos tan a nuestros tiempos, que no hay quien nos atienda

Me han dicho en el trayecto, que estás atravesando mi camino
Me han dicho que has dicho, que sería mejor que me aleje ante tu boato
Me han dicho que agostas aún más que el infierno mismo
Entonces hice arder mis llamas y te desafiaré en el momento exacto

Las estrellas son invisibles a la velocidad de mi furia interna
No tengo tiempo para detenerme, y sé que el tuyo también se quema
Tan solo déjame sonreír mientras corro. Soy un planeta, soy un sistema

Sé que estás lejos, pero puedo sentir tu presencia
Siento tus llamas envolviéndome sin misericordia
Me emociono con pensarte, se termina mi paciencia
Acelero mi carrera, serás víctima de mi discordia

Intento olvidar que existes, continuar con mi carrera
Y sé que secretamente, estás ansiando mi llegada
Me prometí atravesar los espacios, dejando mis ansias en cada piedra
Estoy nadando en el fuego, riendo a carcajadas

Me han dicho que estás llegando, que nada vivo ha quedado a tu paso
Me han dicho que moriré, que eres la antítesis de un río manso
Estoy ansioso, estoy emocionado
Estoy por encontrarte, esperando el colapso






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Eras vos

Eras vos
(por Emilio Nicolás)



Alineación al centro



Eras vos, dije después de mirarlo a los ojos por una hora.
Eras vos y nunca tuviste el coraje de hacermelo saber,
que cuando estabamos solos en tu cuarto y tus padres estaban durmiendo
te quedaste en silencio y me envolviste en suspenso
Eras vos y nunca lo supe durante todo este tiempo.

Pero ¿cómo? yo esperaba alguien en un córcel negro
y ahora que te veo con tus pantalones rotos
y con tu rostro que necesita sueño
no, no es lo que esperaba sin embargo es lo que quiero
Eras vos y soy tu dueño

Pero

Oh, qué desdichados seremos juntos
cuánta sangre correrá hasta que acabemos
cuántos rostros se ocultarán cuando pasemos
pero no me importa porque eras vos y no lo invento

Y cuando cenemos lo que sobre
sabes que me iré corriendo
y atravesaré las calles por las noches con un velo
me detendré, lloraré y volveré a tu encuentro
y te diré que no quiero tenerte lejos

Pero

Oh, ¿qué podrá salir de dos desastres fusionados?
¿qué casa aguantará cuando nos hayamos mudado?
¿qué vecino resistirá nuestros gritos desesperados?
y aquellos otros que en las noches... mejor me quedo callado


Eras vos, dije y respondiste mirándome feo
Eras vos y te golpée y me encerré en el salón de los trofeos
que ganó tu madre porque tu inutilidad se nota a la vista
Oh, quiero a la mía porque estar contigo me irrita

Pero

Oh, eras vos y no puedo evitarlo
eras vos y no quiero abandonarlo
estoy condenado a vivir y a sufrir a tu lado
porque eras vos el que estaba buscando...







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domingo, 18 de abril de 2010

Enredadera

Enredadera
(por Emilio Nicolás)






De tanto esperar lirios
de ansiar moverme sobre ellos
esquivando la humedad, su caricia taciturna
mis pies desnudos borrándose en la bruma.

Y de abrir dos linternas
así, de repente,
en medio de la noche.
Heme de vuelta, pisando no el lirio, sino la tierra.

Y no están, no están.

Presiona mi brazo izquierdo
Hace fuerza contra el derecho
se estremece mi cuello
Exhalo al viento
y pierdo el aliento

Mis piernas caen al suelo
Tironea de mi cadera
No es lo que yo pienso
Enredadera








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sábado, 17 de abril de 2010

El sacrificio

El sacrificio
(por Emilio Nicolás)






Si te levantases de la cama
y abandonaras tu pasado
si te asomases a la ventana
a pesar del aire helado.

Sentirías lo que siento
cuando estoy a tu lado
bailarías conmigo
y con el viento
con los ojos cerrados.

Y es que hago el sacrificio
de soñar un día entero
quiero estar a tu servicio
escapando de los peros.

Y al amanecer si le pidieses
a algún ángel entre las nubes
que al cerrar los ojos me vieses
me encontrarías cien veces.

Cien veces en soledad
bajo el ya negro cielo
aún así sonriendo
repitiendo tu nombre
mi desvelo.

Si te levantases de la cama
asustado por un mal sueño
si el cuerpo te tiembla
si pierdes la calma
tan sólo asómate a la ventana
tan sólo observa al cielo.

Y como te he dicho antes
busca a alguno de esos alados
te dirá, no sin antes haberse asombrado
que lejos hay alguien, en tus ojos pensando.

No me arrepiento de nada
del sacrificio,
que trae consigo la fantasía
mientras haga brotar en mí la alegría
aquí estaré, en medio de la helada.





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viernes, 16 de abril de 2010

El llanto del más hermoso de los ángeles

El llanto del más hermoso de los ángeles
(por Emilio Nicolás)





¿De quién es ese llanto?
Es el angel más hermoso entre los ángeles
cortando sus alas
derramando sus lágrimas a la tierra

Ha descendido a los infiernos
para quemar sus pies en cenizas ardiendo
Desde mi casa de hielo lo veo
y aprieto el puño, deseando en su lugar el fuego eterno

¿De quien es ese llanto?
Su voz mueve las copas
de los más grandes árboles
Ángel
Dejame tomarte la mano
Quererte desde el infierno
hasta el paraíso
y de vuelta al infierno

Pero habiéndote dejado en lo alto antes
donde has de estar

Lo que siempre busqué
lo que he anhelado desde que tengo anhelos
sobre la palma de una mano
que cierra sus dedos ante mis ojos






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El jardin de las cenizas

El jardín de las cenizas
(por Emilio Nicolás)






Pequeño y dulce niño
con la mirada bajo la tierra
caminas sin rumbo fijo
sin metas ciertas

El cielo se torna negro
y con los rayos no se oye tu llanto
pobre niño de alas rotas
pobre niño, que amo tanto

Has sido mi pequeño
y anhelé tanto tu mano
de tu dulce sonrisa he sido esclavo
de tus ojos un apasionado

Pero así como te quise
me empeñé en hacerte daño
no era mi intención alejarme
lo siento, lo siento tanto...

Ahora mi cielo
también está negro
y tambien los rayos opacan mis lamentos
niño, dime ¿qué estás haciendo?
¿en donde estás?
¿por qué no te siento?

Niño, también mis alas
están sobre el suelo
y mis ojos se clavan
en esta tierra hecha de escamas
en donde muere mi último sueño

Pequeño niño
tengo mi paraguas
dejame tomarte del hombro
salvaguardar tu mirada

Qué cruel ha sido el amor con ambos
que ha florecido en tantos espacios
y en este jardín de las cenizas
henos aquí, solos
nos reencontramos

Niño
te amo tanto
y tú...
por el contrario
pero déjame, pequeño
ser yo quien te de la mano

Si tan solo me permitieses
doblar mis rodillas
mirar tu sonrisa
tomar las cenizas
convertirlas en pétalos
de cerezas

El cielo sigue negro
y la luna ha desaparecido
mi pequeño ángel de ojos rancios
¿qué será de nosotros
en el jardín grisáceo?

Qué cruel ha sido el amor con ambos
que ha florecido en tantos espacios
y en este jardín de las cenizas
henos aquí, solos
nos reencontramos






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miércoles, 14 de abril de 2010

El hijo de Selene

El hijo de Selene
(por Emilio Nicolás)





Soy el hijo de Selene.
Acostumbrada a ver siempre lo mismo, ella halló en mí a un pequeño a quien cuidar.
Me asomo por el ventanal a sonreírle y (es un secreto) cuando nadie la está mirando ella desciende a conversar hasta que su turno sea de terminar.

Muchas veces jugamos a que soy Psique y aunque quiera vestirme para la ocasión me niego, pues de otra época soy aunque mi alma me diga que no.

Entonces le hablo de él y jugamos a que su nombre sufre una metamorfósis al igual que su cuerpo. Eros pasa a ser, con su madre recelosa enviándolo para acabar conmigo.

Entonces Selene ríe cuando relato el momento en que ambos nos encontramos. Ella no siente celos puesto a que ha estado enamorada de Eros algún tiempo atrás. Y cuando lo describo como la bestia cuya forma ha de tomar empieza a carcajear.

¿De dónde vienes?


¿A dónde vas?

¿Qué forma tienes?

¿Por qué me quieres matar?

Repito una y otra vez mientras mi mano sobre los ojos coloco y empiezo a, como un harlequín caminar. Selene ríe tanto que teme a Febo despertar (antes de tiempo) entonces guardamos silencio y a sus hijas mandamos a llamar. Ellas son antipáticas conmigo pero ¡vaya que a ella la han de adorar! se sientan con nosotros pero es poco lo que han de conversar.

Me preguntan si estoy cansado y por qué no hago lo que los demás. Les respondo bailando en el techo y huyen despavoridas cuando empiezo a cantar.

Aún así su madre se queda y me mira, con mirada maternal.
Encontré en ella el cobijo que en la noche nadie me ha de dar.
Entonces me tranquiliza diciéndome que Eros algún día vendrá.

Y la ingenuidad me ataca la razón y le digo: Pero no hablamos del de verdad...

Ella se ríe y ya con eso la entiendo
Selene se queda conmigo sonriendo

Y cuando Febo bosteza y dando patadas empieza a caminar
subiendo cada vez más y más, no tengo opción más que dejarla marchar.

Febo tan rudo me dice: ¿Tan temprano te has de despertar?

Y yo le respondo: Es este un hola y un chau, pues no he dormido durante la noche y es cuando sales que me retiro a descansar.

Me mira anonadado y no hay respuesta que me pueda dar.




¿Acaso soy anormal?








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martes, 13 de abril de 2010

El hermano del hijo del Silencio

El hermano del hijo del silencio
(por Emilio Nicolás)






El hermano del hijo del silencio
entre ecos hace notar su presencia
lo que jamás han de contarle los vientos
el remitente, con suma inocencia
ha cerrado las ventanas, ha detenido al tiempo

Y ha despertado al imsomne
el sonido de sus llantos entre ventanas a lo alto
entre lunas en la mirada salió a la calle, sonrió tanto

Aquí estoy primer día de mi vida
me rindo a tu igualdad
me detengo ante tu presencia
todo lo que fui, lo estaré dejando con paciencia

Y el pecho late a mil
par de ojos que pestañean
cuánto deseo correr las agujas
sentir algo más que la ausencia





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El Fauno

El fauno
(por Emilio Nicolás)






Yo no dije su nombre,
no recuerdo haberlo llamado.
Sólo sé que allá en el bosque,
me perdí una noche
sin haberme encontrado.

Pisando hierbas vivas
y esquivando árboles altos
fue cuando vi su rostro,
sin haberlo llamado.

Yo no dije que lo quería,
ni que lo estaba buscando
pero lo vi en aquel momento,
tan solo y abrumado
y él me vio como a un espejo,
aburrido y asustado.

Él tenía sus quehaceres
su alimento, su trabajo
yo tenía mis papeles
aún así desordenados.

Pero ¡qué más daba!
teníamos la noche
y al reloj congelado.

No había nada
que se interponga al momento
se alimentaba de mis risas
y yo de su contento.

Y así fue que cada noche
sin querer yo me perdía
en ese mismo bosque
para beber de su simpatía.

Y deseaba yo, secretamente
hacer eternas las lunas
que no haya sol, sólo penumbras
y ver su rostro sin cesura.

Pero el hechizo que hacía
cruzar los dedos, cerrar los ojos
no era suficiente
y quedaba sólo en un antojo.

Entonces al alba
me acostaba pensando
en que quizás la luna
se encapriche en quedarse más rato.

De no ser así, y mientras tanto
no faltaba momento
en que el sol se escondiese
y asome de nuevo mi rostro.

Entre los árboles, buscando
a aquel fauno tan raro
que bailaba conmigo
mientras se encendía el faro.

Lo bello, dijo el viento
se oculta en lo incierto
más buscarlo es un reto
y perderlo... es lo cierto.

Más el fauno no sabe
de la existencia de un sitio
donde lo busco y lo encuentro
cuando duermo, cuando duermo
ahí está y ahí es eterno.

Mientras tanto, mi ángel prohibido
cuando durante el día cruzo los ríos
y siento un par de ojos al acecho
sé que estás ahí, quieto
esperando
lo que yo espero.







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lunes, 12 de abril de 2010

El buscador

El Buscador
(por Emilio Nicolás)





Aplastado por los monumentos
bajo las pinturezcas nubes
desplazándose a un templo incierto
Paso a paso, latido lento
se está moviendo uno, entre la muchedumbre.

El mundo gira rápido, no a su antojo
o su universo es muy lento al que subyace
su mirada perdida y su injusto despojo
de todo lo que para no ser suyo nace.

El buscador ambicioso,
labios cruzados, niño caprichoso
cazador de belleza andante
su arma son sus ojos, solamente sus ojos.

Contiene el llanto, desesperado
sostiene la ira cuando junta sus manos
detrás de su espalda, cansada no en vano
de dar vueltas en las noches por lo que nunca habrá llegado.

El mundo es tan incierto, que lo tiene mareado
el que persigue relámpagos, de a pares andando
el que los contempla maravillado
con el rostro congelado
el buscador, conquistador frustrado.

Sonríe al mundo
y el mundo le sonríe
pero es el único con la voluntad
de mirar del otro lado.
¿Quién será esta vez quien mire?
El buscador que no es buscado.

Aplastado por los monumentos
se mueve, acongojado
las nubes se desplazan
sin siquiera espiarlo
y él mientras tanto
triste, aún husmeando.
El buscador que caza bellezas
bellezas que no han de cazarlo

Despierta al mundo
que lo mira maravillado
es libre el buscador
de buscar donde nadie ha pasado
¿Quién será el que le diga
que nació para ser buscador
pero nunca para ser buscado?





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sábado, 10 de abril de 2010

Ecos silenciosos

Ecos silenciosos
(por Emilio Nicolás)





¡Qué extraños son los caminos!
tierras movedizas que me llevan
lejos, a destinos sin sentido

Tan solo estoy sentado sobre el suelo
y me arrastro sin moverme, como en un sueño

Temo levantar la mirada,
reflejar en mis ojos lo esperado
Mi cuerpo tiembla asustado
temo la falta de quien he añorado

Cuando la tierra se detiene
te veo distante, lejos de mi presencia
pasan los días, pasan las horas
me ahogo en mi reminiscencia

Y vencido ya por los miedos
tomo atajos, tomo atajos
me muevo por caminos que no quiero
viendo a los otros clausurados

Desde cerca las tierras vacías
y mis pies anhelando fuerte pisarlas
no hay Dios que haga caso a mis ideas absurdas
no hay paz que detenga esta tormenta mía

¡Qué extraños son los caminos!
tierras movedizas que me llevan
lejos, a destinos sin sentido

Tan solo estoy sentado sobre el suelo
y me arrastro sin moverme, como en un sueño

Levanto la mirada
y este no es el sendero mío
miro hacia un costado
y ahi está lo que esperaba

Mis pies no pisan sus tierras
este sitio sólo me lleva a la nada
grito por si me escuchas
me callo por si me llamas

Pero los ecos son silenciosos
no me alcanzan las palabras









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