El hijo de Selene
(por Emilio Nicolás)
(por Emilio Nicolás)
Soy el hijo de Selene.
Acostumbrada a ver siempre lo mismo, ella halló en mí a un pequeño a quien cuidar.
Me asomo por el ventanal a sonreírle y (es un secreto) cuando nadie la está mirando ella desciende a conversar hasta que su turno sea de terminar.
Muchas veces jugamos a que soy Psique y aunque quiera vestirme para la ocasión me niego, pues de otra época soy aunque mi alma me diga que no.
Entonces le hablo de él y jugamos a que su nombre sufre una metamorfósis al igual que su cuerpo. Eros pasa a ser, con su madre recelosa enviándolo para acabar conmigo.
Entonces Selene ríe cuando relato el momento en que ambos nos encontramos. Ella no siente celos puesto a que ha estado enamorada de Eros algún tiempo atrás. Y cuando lo describo como la bestia cuya forma ha de tomar empieza a carcajear.
¿De dónde vienes?
¿A dónde vas?
¿Qué forma tienes?
¿Por qué me quieres matar?
Repito una y otra vez mientras mi mano sobre los ojos coloco y empiezo a, como un harlequín caminar. Selene ríe tanto que teme a Febo despertar (antes de tiempo) entonces guardamos silencio y a sus hijas mandamos a llamar. Ellas son antipáticas conmigo pero ¡vaya que a ella la han de adorar! se sientan con nosotros pero es poco lo que han de conversar.
Me preguntan si estoy cansado y por qué no hago lo que los demás. Les respondo bailando en el techo y huyen despavoridas cuando empiezo a cantar.
Aún así su madre se queda y me mira, con mirada maternal.
Encontré en ella el cobijo que en la noche nadie me ha de dar.
Entonces me tranquiliza diciéndome que Eros algún día vendrá.
Y la ingenuidad me ataca la razón y le digo: Pero no hablamos del de verdad...
Ella se ríe y ya con eso la entiendo
Selene se queda conmigo sonriendo
Y cuando Febo bosteza y dando patadas empieza a caminar
subiendo cada vez más y más, no tengo opción más que dejarla marchar.
Febo tan rudo me dice: ¿Tan temprano te has de despertar?
Y yo le respondo: Es este un hola y un chau, pues no he dormido durante la noche y es cuando sales que me retiro a descansar.
Me mira anonadado y no hay respuesta que me pueda dar.
¿Acaso soy anormal?
Acostumbrada a ver siempre lo mismo, ella halló en mí a un pequeño a quien cuidar.
Me asomo por el ventanal a sonreírle y (es un secreto) cuando nadie la está mirando ella desciende a conversar hasta que su turno sea de terminar.
Muchas veces jugamos a que soy Psique y aunque quiera vestirme para la ocasión me niego, pues de otra época soy aunque mi alma me diga que no.
Entonces le hablo de él y jugamos a que su nombre sufre una metamorfósis al igual que su cuerpo. Eros pasa a ser, con su madre recelosa enviándolo para acabar conmigo.
Entonces Selene ríe cuando relato el momento en que ambos nos encontramos. Ella no siente celos puesto a que ha estado enamorada de Eros algún tiempo atrás. Y cuando lo describo como la bestia cuya forma ha de tomar empieza a carcajear.
¿De dónde vienes?
¿A dónde vas?
¿Qué forma tienes?
¿Por qué me quieres matar?
Repito una y otra vez mientras mi mano sobre los ojos coloco y empiezo a, como un harlequín caminar. Selene ríe tanto que teme a Febo despertar (antes de tiempo) entonces guardamos silencio y a sus hijas mandamos a llamar. Ellas son antipáticas conmigo pero ¡vaya que a ella la han de adorar! se sientan con nosotros pero es poco lo que han de conversar.
Me preguntan si estoy cansado y por qué no hago lo que los demás. Les respondo bailando en el techo y huyen despavoridas cuando empiezo a cantar.
Aún así su madre se queda y me mira, con mirada maternal.
Encontré en ella el cobijo que en la noche nadie me ha de dar.
Entonces me tranquiliza diciéndome que Eros algún día vendrá.
Y la ingenuidad me ataca la razón y le digo: Pero no hablamos del de verdad...
Ella se ríe y ya con eso la entiendo
Selene se queda conmigo sonriendo
Y cuando Febo bosteza y dando patadas empieza a caminar
subiendo cada vez más y más, no tengo opción más que dejarla marchar.
Febo tan rudo me dice: ¿Tan temprano te has de despertar?
Y yo le respondo: Es este un hola y un chau, pues no he dormido durante la noche y es cuando sales que me retiro a descansar.
Me mira anonadado y no hay respuesta que me pueda dar.
¿Acaso soy anormal?
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