jueves, 26 de marzo de 2015

Te prefiero amarillo




Te prefiero amarillo
(por Emilio Nicolás)











El sueño no me deja escribir
El insomnio no me deja dormir
Negra, la noche afuera
Fría como el azul oscuro
Celeste vidrio que abre, en la mañana
el verde agua helada entre lirios
Ofelia nada

Verde te veo y desespero
y más cuando estoy ciego
aún más, manoteo
y abro caminos a todos lados
aún cuando yo tengo 
la llave de cobre, dorado cobre
de tu departamento

Verde no te quiero
ya estás cuando yo llego
Verde, despierto, inmóvil
no hay ronquidos en la siesta
hay lamentos en silencio

Amarillo, sí
amarillo te prefiero
ausente del universo
no mío
nunca mío
mas no de otro
amarillo ausente
como el otoño que despierta
como el respiro de tu sueño

Y yo, como un tonto
de naranja sonrisa de hojas de árboles
de naranja de filtros
de dos cigarrillos
de dos bocanadas
que se hacen beso

Del rojo de la entrada
donde no te veo
pero te voy a ver
agitando los brazos
amarillento


y

Ah, quien pudiera
no atraparlo todo
sino solo el momento
el otoño y vos, amarillo
y yo y los cigarrillos
y el humo y la puerta
verde
amarillo
gris
negro






.

sábado, 14 de marzo de 2015

Está lloviendo




Está lloviendo
(por Emilio Nicolás)





Es una forma de decir sin decirlo
al contorno del chico que existió y no existe
al fragmento de sueño, que fragmento no era
sino aquel borde que despegué de mis sueños
















sábado, 7 de marzo de 2015

Doppelgänger

Doppelgänger
(por Emilio Nicolás)





No hay relato que pueda describirlo

Porque solo frente al espejo 
me defino
me (des)elijo
y me miro
y me huelo a otros
huelo a delirio
a vello retorcido
a perfume para ropa
a sudor fluorescente
a tonos enrojecidos
a calor sofocante
a sexo

(s)


Y el rocío en los azulejos

de tres duchas al día
para un yo enajenado


- ajeno
con la cabeza entre las piernas -

evaporándose a la ventanita

que proyecta un cielo
que es testigo 

de lo cierto



(...)


No, no hay relato

No hay ejemplo

Su piel es igual a la mía

como un doble habitando mi cuerpo
Su piel está pegada a la mía


-muñeco y titiritero- 

y no hay quien la retire 

con tanta cautela
como yo
que me desvisto
y me visto
sin relatos
en silencio





miércoles, 4 de marzo de 2015

Lo que no hay más en casa



Lo que no hay más en casa
(Por Emilio Nicolás)








Extraño el olor a tierra
El olor a tierra roja que una vez vimos volverse sangre
El olor a tierra roja, cuando se moja con la lluvia
El olor del colchón cuando lo compartimos
Extraño el olor del colchón de tierra roja, cuando se moja con la lluvia y cuando
lo compartimos

Pero así como lo extraño
ahora, pisando el duro concreto
a mitad de la noche en una carretera desierta
así como lo extraño
me limpio con la lluvia
y extiendo los brazos
y la sangre cae a borbotones
y dibuja serpientes
que se alejan
y se oscurecen
y se pierden

Y extraño también el aroma
a tabaco por la mañana
o por el mediodía
cuando el sol nos abrumaba
a mí a vos
y al mundo que éramos
que somos
pero que ahora abandoné
para estar lejos
y oler a viento
oler a atlántico
oler al huracán alrededor mío

Extiendo los brazos
y extraño el olor a tierra
y a tabaco
que están tan lejos
mientras dormís, tan solo

y yo acá, igual que vos
pero abrazándome
sintiendo el calor
bajo la lluvia helada
buscando afuera
lo que no hay más en casa