jueves, 16 de julio de 2015

Ready, player one



Ready, player one
(por Emilio Nicolás)





Y yo solía admirar
tus múltiples personalidades






Una noche de verano
no, no ese
otro
uno que no conocés
uno lejano
entré dando pisadas
fuertes, como nunca lo habrías
imaginado
y las músicas eran parecidas
tan pixeladas
tan electrónicas
tan dibujadas con terciopelo
con neón azulado
con pleno día en plena noche
a las de aquella vez
cuando te obligué a jugar
a que estabas enamorado

Pero como te digo
esta era una noche de verano
no, no ese
otro
uno que no conocés
uno lejano
yo era diferente
no era el mismo quieto
de aquel fin de año
cuando los fuegos, arriba, brillaban
en el cielo estrellado
y nosotros dos
dos
dos
dos niños
alcoholizados
jugábamos


No era como te digo
era diferente
yo no era un espectador
admirador
fanático
como quieras llamarlo
viéndote
fascinado
a vos y a tus múltiples personajes
cómo sabías manejarlos

Uno tras otro
los enemigos
caían derrotados
y vos
enardecido
enajenado
presionabas con fuerza
uno por uno los botones
hasta verlos destrozados

y yo te contemplaba 
tan enamorado
y ¡Ah!

Ahora estaba del otro lado
y aquel muchacho del mar me llevó
bien tarde, en la noche
lejos de los suburbios
a los centros fríos y milenarios
de una ciudad de hielo en el aire
y olor a verano

Me puso la mano en el hombro
me miró con los ojos
entrecerrados
Apreté los puños
preparado
su barba se enredó con la mía
su lengua jugó con mis párpados
su cabello rizado se hundía
entre los dedos de mi mano
y lo miré
jugando a estar enamorado
como aquella vez ¿recuerdas?
Aquel verano
Aquel fin de año

Pero este era otro
Uno diferente
Uno que no conoces
Porque ya no estabas
Ni a la izquierda ni a la derecha
Era yo ahora
El enajenado

Los colores infantiles
siguieron brillando
Y los niños de la noche
seguían corriendo
para todos lados

Y se cerró sobre mí, el estadio
y él me admiraba en silencio
tan maduro
tan no vos
él era el yo
de vos y yo, jugando
a estar enamorados
y yo era el idiota
el jugador número uno
el privilegiado

Te comprendí por primera vez
Mirame, miralo
Cerrado en mí mismo, viendo a los enemigos caer
hasta dejarme extasiado

El muchacho del mar sonreía
y yo lo miraba, sonriendo también
transpirado
pero no
No había complicidad
pensé en vos
y en tus múltiples personajes
tu desnudez indefinida
tu estado siempre inacabado
y en cómo yo pude, solito
siendo yo mismo
habiendo a un personaje
sí, a uno solo,
(a Shermie) 
seleccionado









No hay comentarios:

Publicar un comentario