jueves, 10 de diciembre de 2015

Ojo del huracán




Ojo del huracán
(por Emilio Nicolás)





Ah, ¿Adónde habrá ido el silencio de las noches de verano, a cientos de kilómetros de casa?
Dormías, sumido en el embriagado ensueño y yo miraba las estrellas, tres veces más grandes
Algún que otro perro ladrando a lo lejos y el vacío entero gritando desde las sierras ennegrecidas, cortando el cielo
Azul y silencio, un vaso en la mano y el golpeteo del hielo. Tus ojos cerrados, guardando secretos
Los míos, seguros y abiertos, aún durmiendo
y permití que el suspiro cortara el hechizo, necesitaba que alguien escuche mi estado pleno
Mi pecho se inflaba y desinflaba, completamente satisfecho, mientras yo me hacía más y más pequeño
en mi inocencia, justo en el corazón del mismo infierno


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