miércoles, 1 de diciembre de 2010

¡Qué bueno que no me excitas tanto!



¡Qué bueno que no me excitas tanto!
(por Emilio Nicolás)



Qué bueno que no me excitas (tanto)
¿Por qué me miras así? Estás sentado sobre el extremo de la cama, con tu delicada y larga espalda pálida arqueada iluminándose con la luz de la noche y las manos juntas en medio de tus rodillas. Suspiras mientras tu mechón ya algo crecido intenta tomar vuelo por sobre tus ojos y vuelve a bajar cuando el aliento se va. Te ves algo frustrado y quizás temas a que nos alejemos pero créeme, que considero una suerte que no me excites (tanto)

De tanto en tanto se me da por pensar que nací sólo para fornicar. Si supieses cuántos cuerpos se han convertido en mi posesión durante escasos minutos que golpearon la puerta y salieron corriendo como niños jugando a la hora de la siesta. Mi sed insaciable y descontrolada me llevó por malos caminos que nunca tuve problema alguno en recorrer. Ante la furtiva mirada de los escandalosos me vi en medio y ahora te escucho quejarte cuando alguien te dice algo por tu forma de vestir. Si tan sólo te hubieses metido en mi piel condenada.

Una especie de sucubo, o de incubo o lo que sea, ¿existe eso? De haber existido alguno o no, al menos se le ha puesto nombre a esa hambruna infatigable de entrelazar el cuerpo de uno con otro y hacerlo transpirar hasta la última gota. Después de un par de suspiros para recobrar el aliento el deseo se duerme al menos unos instantes y ya no quieres saber noticia alguna de aquel mortal que acaba de cumplir con su papel de esclavo, de alimento, de goce de tu satisfacción egoísta y despiadada.

Contigo podría pasar horas conversando en la oscuridad, o en silencio, tal vez. Desnudos los dos, inmersos en la negrura respirando a la vez. La bestia jamás notó tu pacífica y sensible presencia de niño que sólo necesita afecto. Y tienes toda mi atención y mi espíritu. Te noto frustrado, sentado en el extremo de la cama y te abrazo. Tienes el atrevimiento de considerarlo una desgracia para ambos. ¡Qué bueno que no me excitas tanto!




-




-

No hay comentarios:

Publicar un comentario